Después de muchos rumores e información filtrada al respecto, Apple finalmente presentó un refrescamiento de su línea MacBook Pro. El evento sirvió para hacer un par de anuncios extras además de puro hardware, pero las nuevas laptops de la compañía son definitivamente lo más emocionante.
Decimos emocionante porque estos son los cambios más sustanciales que ha recibido la línea en más de cuatro años, cuando apareció la MacBook Pro con Retina Display que se deshizo del puerto óptico para discos. Estas nuevas MacBooks son más potentes, más sofisticadas, más delgadas, y definitivamente más costosas también.
Esto lo básico. Hay tres nuevos modelos principales: las nuevas MacBook Pro de 13 y 15 pulgadas más una Pro adicional de 13 pulgadas más económica. De esa hablaremos más adelante. Por ahora, vamos a enfocarnos en los dos modelos principales. A diferencia del tamaño, y el precio, las Pro han recibido las mismas mejoras en general, que no son simplemente incrementales.
Lo más obvio y llamativo primero: estas laptops tienen ahora una pantalla OLED delgada en la parte superior del teclado que sustituye a las teclas de funciones (F1, F2, F7 y sí, la tecla ESC, etc.). Apple llama a esta pantalla “Touch Bar” (barra táctil), y traerá el tipo de beneficios que puedes esperar de un panel táctil: opciones contextuales dependiendo de qué programas uses y, tal vez más importante, acceso directo a emoticones cuando los necesites. Apple dice que la Touch Bar tiene Retina Display, así que puedes estar seguro de que lucirá bastante bien. Al menos en fotos lo hace. Y por último, pero no menos importante que acceso directo a los emoticones, la barra también tiene en la esquina derecha Touch ID (la segundo generación más veloz), lo que significa que ahora las Mac, como los iPhone y iPads, ganarán las ventajas de la tecnología como desbloqueo del equipo y uso de Apple Pay, entre otras posibilidades.
…la ausencia de una ranura para tarjetas SD ha dejado perplejos a muchos
La otra característica que comparten ambos tamaños es el formato. Para empezar, ambas máquinas son más delgadas y ligeras que el modelo anterior. Sus trackpads son considerablemente más grandes también (el doble de grande, de hecho, en la Pro de 15 pulgadas) y funcionan con la misma tecnología Force Touch. También tienen el nuevo teclado “Butterfly” que vimos en la MacBook (2015), la segunda generación de la tecnología, de hecho. Vienen en colores: plateado y gris espacial (no hay un color negro, desafortunadamente).
En cuanto a especificaciones, las laptops incluyen la sexta generación (no séptima, que ya está disponible) de procesadores Intel Core i5 o Core i7. La resolución sigue siendo la misma en ambos tamaños (algo que o necesita cambiar, honestamente), pero las pantallas definitivamente reciben un par de mejoras significativas, al menos según lo que dice Apple: 67% más brillante, un contraste hasta 67% mejor y una reproducción mayor de colores (25%). Con todo y eso, Apple dice que la pantalla ahora consume 30% menos de energía, lo que lleva a una autonomía de unas 10 horas.
La conectividad de las nuevas Pro es un cambio radical también, ya sea para bien o para mal. Ambos modelos vienen con cuatro puertos Thunderbolt 3 de USB Tipo C y un puerto de auriculares de 3,5mm (muerto en el iPhone pero vivo en la MacBook), y nada más. Los cuatro puertos USB sirven para todo, desde conexiones entre dispositivos, memoria externa, pantallas externas y carga para la laptop. La mala noticia es que aún es un estándar que no ha terminado de dominar el mercado, por lo que seguramente un par de adaptadores serán necesarios durante esta etapa de transición. Esto también significa que MagSafe, el amado sistema de carga magnético que ha sido un emblema de la línea ya no está presente, desafortunadamente. Pero aunque todo eso se entiende, la ausencia de una ranura para tarjetas SD ha dejado perplejos a muchos, especialmente considerando que prácticamente todas las cámaras del mundo funcionan con ellas, y las MacBook son un destino popular para fotógrafos y creadores de contenido.
¿Y precios? Pues Apple se ha tomado la libertad de subir las cosas gracias a la enorme cantidad de funciones nuevas que traen las máquinas. La Pro de 13 pulgadas empieza en 1.800 dólares, mientras que la de 15 te quitará 2.400 dólares del bolsillo en su configuración inicial.
Apple ha aprovechado la ocasión para subir considerablemente el precio de la línea
Eso es prácticamente todo lo básico de los nuevos equipos, pero luego pasamos a ese modelo adicional que mencionamos al principio. Se trata de otra MacBook Pro de 13 pulgadas, pero que tiene cuatro principales diferencias. La primera es que tiene dos puertos USB-C en vez de cuatro. La segunda es que no cuenta con la barra táctil (ni Touch ID, por lo tanto). La tercera diferencia es que es mucho más delgada y ligera. Finalmente, la cuarta es que es más económica: empieza en 1.500 dólares con un Core i5, 8GB de memoria RAM y 256GB de almacenamiento. El atractivo de este modelo es que es incluso más delgada y de menos volúmen que la MacBook Air. Esa es otra parte de la historia: Apple descontinuó la Air de 11 pulgadas y dejó la de 13 pulgadas como una opción económica por 1.000 dólares. Es claro que esta nueva MacBook Pro eventualmente sustituirá a la Air de 13.
Es claro que además de las numerosas adiciones, Apple ha aprovechado la ocasión para subir considerablemente el precio de la línea. La MacBook Pro de 13 empezaba en 1.300 dólares antes de esto, y la de 15 pulgadas en 2.000 dólares. El aumento es significativo. Esto podría mantenerse como la regla a partir de ahora. Cuando el mercado de las PC luce más débil que nunca, Apple podría estar tomando medidas para contrarrestar esa realidad: si no puede tener más número de ventas, al menos puede ganar más dinero con cada una de ellas con precios más altos. Microsoft está haciendo algo similar con el anuncio de la Surface Book i7 y Surface Studio. Y dentro de la misma Apple, ya vimos algo similar con el iPad Pro, que logró mantener las ventas de la tablet al menos por ahora.
En resumen:
En lo personal el haber desaparecido la ya conocida manzana que se iluminaba en la parte posterior de la pantalla no puede ser un acierto para la manzana sin embargo esto homologa la imagen con los últimos modelos de iPad y iPhone, Ninguno de los 2 modelos nuevos están innovando pero si nos dan la oportunidad de tener mas accesibilidad en un equipo portátil ya que debemos estar consientes que integrar el Touch ID y una barra configuráble para cada aplicación es algo que sabiéndolo utilizar nos hará la vida mas sencilla (por lo menos frente al ordenador). Otro punto malo a mi parecer es la desaparición del anterior puerto de carga MagSafe ya que no se ustedes pero para mi me parecía muy cómodo acercar el cargador y que este se colocara de la manera correcta con el imán integrado, vemos que pasa con el uso de los nuevos cargadores tipo USB-C y sin pasar por alto que estos nuevos equipos ya no incorporan puntos USB lo que en teoría hace incompatibles con el iPad y iPhone de ultima generación ya que estos cuentan con cables USB y por ultimo punto lo que claramente no me agrada ni un poco es que subieron los precios para poder integrar estas mejoras.