Mancera y sus ideotas:
Por Jeronimo Lopez Twitter: @soyd3ly
En recientes fechas se ha dudado de las reacciones del nuestro jefe de gobierno Miguel Angel Mancera y esto por las decisiones que su equipo de asesores le han entregado.
Su posición lo pone como blanco de cualquier cantidad de insultos y mentadas, pero él no es el responsable directo, sin embargo si es al mismo tiempo su peor enemigo y veamos porque.
Reglamento de Tránsito, es muy complejo este tema y puede ser el origen de otros problemas de la ciudad. En primera de cuentas inicia con las velocidades máximas, cuando las condiciones de las calles es nefasto y por el contrario no garantiza una velocidad mínima. Sigue con las foto multas, algo que responde más a recaudación que a prevención, esto desata el debate del abuso en el uso del auto, que nos lleva al tema del transporte público (en una vertiente veremos más adelante el otro lado de la moneda) del cual el gobierno ha ignorado por años. Se abre el tema a las alternativas de movilidad y es ahí donde las bicis y las motos aparecen como opción sin embargo son osados los que utilizan este medio contra los autos y la nula educación vial, además de que no hay respaldo y mucho menos aplicación de la ley cuando estos son vulnerados. Este mismo reglamento provoca que se reduzcan los espacios de la libre circulación vehicular, reduciendo carriles por doquier sin que se inicie una alternativa, esto provoca en si cuellos de botella, que es igual a congestionamientos y contaminación. Creo que todo esto desata el siguiente tema que afecta aún más a la ciudadanía.
Contingencias ambientales, lo anterior provoco que después de más de 14 años no se haya presentado una fase que condicione la circulación de los autos, pero hagamos una nota que nos lleva a años atrás, cuando decidieron que cualquier, cualquier vehículo pudiese circular todos los días sin importar el año y aquí hay dos matices, autos que son bien cuidados por sus dueños que cumplen con los servicios que indica el fabricante y ellos si merecen circular todos los días, sin embargo es parte del urbanismo ver unidades que sostienen su funcionar con cinta, alambre, en pocas palabras autos muéganos que además de reflejar la educación de sus dueños y que honestamente no deberían ser merecedores al derecho de vía. Aquí viene añadido un problema más, la corrupción que existe en los centros de verificación, donde por una módica cantidad que no afecta al bolsillo de quien se ve beneficiado si nos afecta a todos aquellos que cumplimos cabalmente con los servicios y mantenimientos de nuestros autos.
Ahora mencionemos de nueva cuenta el transporte público que a todas luces no es el que merece la capital de país y que ahora el Sr Mancera se hace el valiente para decir que se terminaron las concesiones, creo que en parte está bien tomada la decisión, que es el fondo. Sin embargo la forma puede no ser la más diplomática. Iniciemos por el hecho de aceptar que en efecto hay unidades de transporte público que son tan desagradables en cuanto a condiciones como en su servicio. Sin mencionar la manera con la que hacen su trabajo los operadores, que se sienten intocables y dueños de las vías de comunicación, sin mencionar excesos de velocidad, incumplimiento de las leyes ya que no respetan cruces, luces rojas, carriles confinados, pasos peatonales y que además fuman cuando ofrecen ese pésimo servicio. Ojala que el Sr Mancera pueda meterlos al marco de la ley, sin abusos claro, para mejorar su imagen. El siguiente capítulo de la novela de “No más Concesiones” será que se manifestaran (y es ahí donde algún oportunista político puede aparecer) y cerraran vialidades y ahí veremos de que esta hecho Mr. Mancera, y la posible salida a la presión será el AUMENTO A LAS TARIFAS, “justificadas” con la renovación de las unidades, de nuevo quien pedía a gritos la intervención del gobierno pagara esa mejora del transporte.
Es triste la historia donde quien debe pagar por todo son los mismos contribuyentes y habitantes de la ciudad más grande del mundo.
P.D. tema a parte el famoso y envidiado “pito” de Mancera, pero ese es otro cantar.