Terror en Tlatelolco: Pagué por una «Experiencia de Miedo», Salí Agredido y con Lentes de $10,000 Rotos

¿Pagarías para que te agredan en la oscuridad? Suena absurdo, pero es exactamente lo que me sucedió en la casa de terror «Terror en Tlatelolco», un evento que se promociona como la «experiencia más extrema de México». Mi caso no es solo una queja, es una advertencia pública sobre la negligencia y la impunidad con la que operan.

Como miembro de la prensa, fui invitado a grabar la atracción. La idea era mostrar la adrenalina y el terror que prometen. Y vaya que lo viví, pero no por sus monstruos, sino por su personal. Mientras recorría una de las habitaciones, completamente a oscuras y con mi cámara grabando, uno de sus actores me arrojó una lata directamente a la cara.

El impacto fue seco y sorpresivo. El resultado: mis lentes Ray-Ban Meta, con un valor de $10,000 MXN, quedaron destrozados. Más allá del costo material, está la agresión física, un acto que cruza por completo la línea del entretenimiento y entra en el terreno de la irresponsabilidad.

Cuando contacté a los productores, Ulises y Anahí Jiménez , para exigir que se hicieran responsables por el daño, su respuesta fue un silencio absoluto. Se lavaron las manos. Esta falta de respuesta no solo es una pésima atención al cliente, es una admisión tácita de su negligencia.

Una empresa que crea un entorno de «riesgo» tiene un deber de cuidado hacia sus asistentes. La Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México es muy clara al respecto: se debe cuidar «que no exista contacto físico entre el público asistente y participantes». Sin embargo, «Terror en Tlatelolco» vende activamente la «interacción directa con los engendros» y una modalidad «extrema» donde los visitantes pueden «salir manchados de sangre». Su modelo de negocio parece basarse en ignorar la ley.

Si Esto le Pasa a la Prensa, ¿Qué te Espera a Ti?

Aquí es donde mi experiencia se convierte en una advertencia para todos. Si un actor se siente con la libertad de agredir físicamente a alguien que está allí en calidad de prensa, ¿qué le impide hacer lo mismo o algo peor a un visitante regular? ¿A un adolescente? ¿A tu hijo o hija?

En la oscuridad total, no hay testigos. La empresa se ampara en el caos que ellos mismos diseñan para evadir su responsabilidad. Este incidente no fue un accidente, fue el resultado predecible de un protocolo de seguridad deficiente o inexistente. La ley obliga a estos establecimientos a contar con un Programa Interno de Protección Civil para mitigar riesgos , pero ¿dónde estaba ese programa cuando uno de sus empleados decidió que lanzar objetos a la cara de la gente era parte del show?

Exigimos Responsabilidad

«Terror en Tlatelolco» opera con una impunidad que da más miedo que cualquiera de sus escenarios. Si la empresa no asume su responsabilidad, entonces debe señalar al empleado que cometió la agresión y hacerse cargo de las consecuencias. Alguien tiene que pagar por los daños.

Como consumidor, tienes derecho a recibir un servicio seguro y a ser compensado si este es deficiente o perjudicial. Si has tenido una mala experiencia en este o cualquier otro evento similar, te invito a que presentes una queja formal ante la PROFECO. 

No dejes que el entretenimiento se convierta en un riesgo real. Piénsalo dos veces antes de entrar a un lugar donde el verdadero terror no son los monstruos, sino la posibilidad de salir lastimado por la negligencia de quienes deberían protegerte.

#TerrorYTranzaEnTlatelolco #TerrorEnTlatelolco #PROFECO #Negligencia #SeguridadEnEventos #CDMX

Los busque para conciliar directamente y se escondieron, empezaron a responder y cuando llego el momento de la responsabilidad, no dieron ninguna respuesta. En este post dare seguimiento adviertiendo a los proyectos que esta «productora» tenga para que vayan tendinedo cuidado con lo que hacen ya que esa respuesta aseguramente la tienen en todos sus proyectos.

Para ti que eres un creador de contenido, cuidado, ese tipo de «colaboraciónes» pone en riesgo a tu equipo, te pone en riesgo a ti y lo peor que nadie se hara responsable. 

Como creadores de contenido hay que alzar la voz para que la gente sepa a que lugares ir y a que lugares no asistir. hay que ser responsables con lo que comunicamos.