Matar patos, era como la mayoría conocíamos el juego de Nintendo (su nombre real era Duck Hunt), que venía con Mario Bros, trataba precisamente de cazar los patos.
La idea era revolucionaria para la época. Apuntabas con una pistola a la TV y tenías que matar a los patos que salían volando de los arbustos. Si fallabas, un perro se burlaba de ti (enemigo público número uno). Bueno; pues ahora conocemos un poco más de cómo funcionaba la pistola Zapper y quizá te lleves una decepción.
Esa mala puntería en Duck Hunt de Nintendo pudo no ser tu culpa.
Tú apuntabas y disparabas; pero los desgraciados patos simplemente no caían fulminados. ¡Pero cómo, si habías apuntado directo a ellos! Bueno, todo podría ser parte de los «bugs» que tenía la rudimentaria tecnología.
La realidad era que esa pistola no emitía ninguna señal cuando jalabas el gatillo; y en su lugar, era funcional gracias a cambios de luz. Usaba un semiconductor sensible a la luz infrarroja o visible (fotodiodo) y así detectaba la luz proveniente de la pantalla de tu televisor aunque todo esto no podía ser visto por tus simples ojos mortales.
Este era el método: cuando disparabas (recordemos que la pistola se conectaba a la consola); la pantalla se ponía negra y sólo dejaba ver la «sombra» blanca de los patos (de nuevo, todo esto era imperceptible a tus ojos). Así; cuando apuntabas a las figuras blancas (que eran los patos) y disparabas, la Zapper era capaz de captar el regreso de luz. Y así sabía que le habías atinado al pato.
Entonces, sí: la pistola de Nintendo no lanzaba señales; pero recibía cambios de luz. De cualquier luz… de hecho ni siquiera importaba que fuera la luz del pato o no.
Si tú televisión estaba frente a una venta por ejemplo y jugabas de día seguro nunca fallabas, o mejor aún, si hubieras disparado directo a un foco jamás hubieras fallado. Que cosas no?
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