“La demanda fue enorme y los stocks en nuestras tiendas en China se acabaron”, dijo un comunicado de la empresa, en el que justifica la decisión de dejar de vender en los comercios el iPhone 4S con el objetivo de “garantizar la seguridad de nuestros clientes y de nuestros empleados”.
La tienda principal de Apple en Pekín, en el barrio de Sanlitun, tuvo que ser cerrada este viernes –día en que Apple puso a la venta el dispositivo en el país- como consecuencia de la multitud que se acercó para adquirir el nuevo teléfono de Apple, que llega a China con cierto retraso respecto al resto de mercados en Occidente.
Unas mil personas esperaban a las puertas de la “Apple Store” de Pekín, donde algunos compradores expresaron su insatisfacción lanzando huevos contra el comercio.
En la tienda de Apple en el distrito de Xidan, también en la capital, los iPhone 4S disponibles se vendieron en tan solo una hora, según la compañía.
El dispositivo, que seguirá estando disponible para la compra a través de la página web de Apple en China, ha sido motivo de gran expectación por parte del público chino, que en general acoge con gran pasión todos los productos de la marca de la manzana mordida.
Ello provoca que, tras el lanzamiento de un nuevo producto de la firma, los especuladores se organicen y se agolpen a las tiendas Apple con el objetivo de obtener el último dispositivo y revenderlo en el mercado a precios muy superiores a los establecido por la firma estadunidense.